¿Y Nuestra Responsabilidad Individual?

Los Problemas

 

La Responsabilidad social hace que vivamos integrados en un mundo común

Mucho se habla de crisis, de las malas actuaciones de políticos, de la contaminación, la delincuencia e incluso de las enfermedades que nos atenazan y otras muchas cosas. Pero… ¿acaso no nos hemos dado cuenta todavía que el resultado final de unas circunstancias es producto de las actuaciones individuales que las generaron? Teniendo en cuenta que estas causas son innumerables  y en circunstancias  muy variadas, podemos hacernos una idea del caos en que nos encontramos para poder discriminar correctamente acerca de la naturaleza de estas  causas.

Lo que sí es cierto es la tendencia actual a eludir  nuestra propia responsabilidad tanto en nuestra vida como en los efectos de nuestras conductas en relación al resto de los humanos, lo que dificulta enormemente la adecuada interrelación que contribuya a generar un grupo humano armónico y equilibrado que tienda a avanzar progresivamente en todos sus planos. Esta tendencia la podemos observar fácilmente en algunos ejemplos:

  • Dejamos la salud en manos de los profesionales de la medicina con el dicho: «ya me curarán”, como pretexto permitiéndonos así  desafiar continuamente a la naturaleza.
  • Excesiva propagación de los seguros. Hay seguros para todo, a veces los tenemos hasta duplicados, sobre todo los de salud. Puede más el «por si acaso…» que la fe en nuestro propio equilibrio y nuestras propias capacidades.
  • Casi no nos fiamos de nuestra capacidad para cuidar a los niños, bien por falta de confianza en nosotros mismos ó bien por falta de tiempo  y los vamos dejando cada vez con más frecuencia, en manos de centros “especializados» y ahí perdemos una buena baza en el tiempo que compartimos con ellos lo cual pasará factura en su momento. Y, cuando estamos con ellos, los súper protegemos en exceso con lo que bloqueamos su propia experiencia y expresión, valores que le ayudarán a protegerse ellos mismos.
  • Como se dice ahora, solemos pensar que todo lo que nos suceda, aunque lo generemos nosotros mismos, nos lo tiene que arreglar «Papá Estado«, porque como somos contribuyentes. Si hago una mala inversión financiera y me engañan, si estamos en crisis, si he construido mi casa en un mal sitio y se me hunde (y no quiero decir con esto que no ayude en ciertos casos en los que no se puede evitar una catástrofe y los daños son altos, como estipula la ley).
  • Si tropiezo por falta de atención, tiendo a buscar al culpable subsidiario (me golpeo con un cartel mientras camino y se suele decir «¿por qué tiene que estar este cartel aquí, acaso no había otro sitio?…¡seguro que está mal puesto ó mal señalizado!. Es posible que sea así, pero había que haberse preguntado si no era más fácil caminar atento y así aprendo algo cada día.
  • Nos quejamos de un mal equipo de gobierno democrático pero, cuando llega el momento de las elecciones volvemos a votar casi a los mismos  con una falsa fidelidad que se contradice después con las quejas a la gestión. ¿y qué esperábamos?… ¿Como se puede producir un cambio haciendo las cosas del mismo modo?
  • Con el sistema de Seguridad Social actual no se promueve la autogestion de la salud ya que pagas igual estando sano que enfermo. No hay ni penalizaciones ni gratificaciones sobre la base común de forma que nadie es consciente de su cuidado personal.

Por una Sociedad Madura

Si queremos que la sociedad cambie, tenemos que empezar por cambiar nosotros también  y, a ser posible, desde nuestro interior lo que garantizará que el cambio sea duradero y eso sólo se puede conseguir a través de la educación. Pero, para que esto ocurra en los individuos del mañana, el cambio de conciencia tiene que darse en los adultos de hoy y yo estoy convencido de que, para conseguir esto, tenemos que comprender el equilibrio de la unidad entre cuerpo – mente, exterior e interior, ciencia y religión.

Un buen método sería el Yoga en su más amplio concepto ya que dispone de todas las herramientas necesarias para producir el equilibrio buscado y formar personas completas, íntegras y saludables que mejoren la especie, que ahorren energía y gastos superfluos y que irradien tolerancia, Felicidad  y Amor a la humanidad. De esta manera se fomentará un individuo responsable, que no ambiciona más que encontrar su propio tesoro interior a través del servicio a los demás.

Los Yamas, una Buena Solución

El Yoga tiene unas normas éticas y morales sencillas de entender y aptas para todo el mundo que no son otras que los Yamas y Niyamas (Ver post 12-12-2010).

 

Loa Yamas son normas y reglas éticas hacia el entorno

Si aplicáramos el yama Asteya (no robar ó no aprovecharse de una situación ventajosa) por ejemplo, no hubiera ocurrido la crisis inmobiliaria en nuestro país ya que hubiéramos eludido la especulación con una necesidad básica para  la realización del ser humano y no nos hubiéramos aprovechado del momento. Lo mismo cabría decir de la bolsa y otros negocios.

En el fondo lo que ocurre es que todos somos partícipes de la realidad actual porque la mayoría hacemos ó hemos hecho lo mismo que criticamos a la menor oportunidad con la famosa frase “Yo primero… y los demás que aguanten” ó “Ya lo solucionará el Gobierno”. Claro que este “Gobierno” precisamente, lo forman ciudadanos igual que tú con los mismos defectos y cualidades por lo que no esperamos que surja de ahí el cambio como dije antes.

Otro de los yamas a tener en cuenta actualmente es el yama Aparigraha (no acumular) cuya carencia nos ha llevado al desequilibrio social entre países dando lugar a la denominación vergonzosa de Países Ricos y Países Pobres.

Como se puede ver no es tan difícil promover el cambio desde su base si se quiere dar un toque de autorresponsabilidad aunque, eso sí, antes tendríamos que diluir en buena parte el egoísmo que reina a nivel mundial en los tiempos que corren, y eso duele ¿Verdad?.

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Namasté,