¡Encuentra tu Propio Ritmo!

Hace poco relfexionando después de una boda con baile incluido, pude observar que había dos clases de bailes que hacía la gente. O era académico en el caso de que hubiera dado algunas clases, o se trataba de falta de ritmo y soltura, era como bailar forzado con cierto reparao a no parecer distinto…Bueno, excepto el borracho totawlmente desinhibido. Pero el denominador común no era otro que la pérdida de las acciones y movimientos naturales que se observa hoy día. 

A medida que nos alejamos del modo de vida natural, observamos que perdemos el ritmo natural de nuestras acciones y expresiones. No hay mejor herramienta que la danza para revivir este ritmo y despertar emociones a al para que mejora nuestra expresión corporal o espontánea lo que contribuirá a equilibrar nuestras energías al servir de válvula de escape para el estrés.

La danza nos ayuda a conocernos mejor y encontrar nuestro punto particular

El cuerpo está diseñado para moverse, pero lo inteligente no es solo moverse sin ton ni son, sino que se debe encontrar, a través del movimiento, el ritmo propio de nuestro organismo que, a la postre, será el de nuestra propia naturaleza.

Toda la creación está repleta de diferentes ritmos que, en su conjunto hacen posible la existencia al interactuar unos con otros. Así tenemos por ejemplo:

• Hay ritmos en las diferentes estaciones en el ciclo anual
• Hay ritmos en los ríos, en los mares, en el viento, etc.
• Hay un ritmo nocturno y diurno en nuestras vidas.
• Pero también existe un ritmo dentro de nosotros.

La Danza

Lo que mejor define ese ritmo con su expresión correspondiente es el baile o las danza. Es la mejor manera de descubrir nuestras sensaciones y sentimientos a través de unos patrones corporales.

Si echamos mano de la historia, queda patente que, en todas las culturas de todos los tiempos, estaba presente en mayor o menor medida la danza, generalmente ligada a ceremonias de todo tipo. Entre otras destacaremos:

• Danzas en ceremonias religiosas, que representan distintos cultos y ayudan a crear un ambiente mental adecuado mediante sus movimientos simbólicos.
• Danzas estacionales, para dar la bienvenida ó rogar por una buena cosecha,
• Danzas guerreras, que alentaban el espíritu de los combatientes antes y después de la contienda. También para el cazador que tuviera protección y buena suerte.
• Danzas regionales que expresan las costumbres y tradiciones de la zona distinta a las demás y expresaban muchas veces, historias del pueblo o aldea en cuestión. Hoy dia están las llamadas danzas urbanas que cumplen el mismo objetivo
• Danzas curativas, utilizadas para mejorar el estado de un integrante de la tribu con connotaciones mágicas y simbólicas y unas cadencias determinadas (normalmente se pueden observar en los tradicionales pieles rojas y en la danza africana.
• Danzas Teatrales donde los profesionales llegan a la máxima expresión demostrar un arte del movimiento en el escenario

Lo cierto es que la danza es el máximo exponente del ritmo y el movimiento tanto en su vertiente formal como espontánea. Para bailar necesitamos dos factores inseparables : espacio y tiempo, es decir, implica moverse a través del espacio utilizando el tiempo para expresar un sentimiento, una idea, una emoción determinada lo que da lugar a un recorrido y un ritmo determinado que hace a este movimiento diferente del de los demás ya que comunica algo particular.

¿Quién no ha bailado alguna vez en las fiestas?… Sin embargo, la mayoría de la gente no está acostumbrada a bailar expresando nuestro estado de ánimo aprovechando cualquier situación destacada,

La riqueza de la es infinita tal como lo es la música y el cuerpo mismo

tanto si es de alegría como de tristeza.

El ritmo

El ritmo que hace que nos movamos viene dado por dos direcciones, como todo en esta vida.

• Extrínseco.- viene dado desde fuera, dese el exterior, del entorno y lo marca la música, el ruido ambiental o de la naturaleza y tiene una frecuencia variable.
• Intrínseco.- Tiene su origen en el estado de ánimo de la persona que, a su vez, puede estar motivado por la influencia del entorno y sus circunstancias.

El Baile juega un papel en nuestras vidas muy importante como equilibradora de nuestras energías tanto físicas como mentales ya que sirve como válvula de escape a las tensiones o

frustraciones diarias debidas a nuestras circunstancias particulares. Hay que sacar ciertas emociones y transmutarlas mediante su expresión o salida hacia el exterior así como completar nuestro estado de ánimo en ciertas circunstancias especiales como fiestas, celebraciones, etc.

Nuestro sistema de vida, excepto que nos dediquemos de vez en cuando a aprender alguna forma de danza, no acompaña para desarrollar nuestro ritmo natural. Independientemente de que sepamos bailar ó no, nos vemos demasiado rígidos cuando bailamos, si es que lo hacemos ya que este sentimiento es limitante a la hora de comenzar y tendemos a realizar movimiento espontáneos cada vez con menor frecuencia en nuestras vidas lo que, a la postre, nos conduce a un círculo vicioso interminable que nos lleva a la inexpresión y la frustración corporal y, por tanto, emocional.

Ecuación = (No me sale bien-à Me veo raro à creo que hago el ridículoà No me gustaàNO bailo)

Pero no debemos relegar a esta herramienta poderosa de la expresión motriz solo por eso en cuanto que no tiene un fundamento real.

La Práctica. ¿Cómo lo Hago?.

Francamente, tienes que empezar a desinhibirte y bailar espontáneamente. Pero…¡no te apures, todo tiene solución en esta vida!.

El ritmo de percusión con tambor, nos acerca mucho a la tierra

Lo mejor que puedes hacer como comienzo es acostumbrarte a oír el tambor que da el ritmo más simple y cercano a la tierra y, no hay nada como el ritmo  de percusión africano. En una ocasión, durante una de las exposiciones de una maestra africana que hablaba de los ritmos y la cultura africana, solía decirnos que todo el mundo debería tener en casa un tamborcito y tocarlo a menudo, más todavía en estos de tensión ya que calmaría con su ritmo de tierra, nuestro Ser sustituyéndolo por un incremento de alegría en tu vida. De paso, nos acostumbraríamos a conectar con nuestro propio ritmo. Puedes adquirir música africana de percusión en cualquier tienda especializada si no tienes nada.

Con ella, en tu propia casa, realiza movimientos que surjan de tu estado de ánimo eso sí es importante. No hace falta que sepas bailar seguramente lo movimientos parecerán torpes al principio pero, en cuanto dejes de pensar tanto, el cuerpo se relajará y se dejará absorber  por el propio ritmo incansable de la música. Es más, quizá sea mejor para el experimento empezar de cero, si perjuicios ni imitaciones que acaban distorsionando los resultados.

1. Ponte de pie, relájate y mantén las rodillas con una cierta flexión.
2. Comienza con movimientos de hombros, elevaciones alternativas o simultáneas… ¡sácale jugo!
3. Luego comienza moviendo la cadera, elevándola alternativamente, estirando y flexionando cada rodilla alternativamente y de lado a lado.
4. Después mezcla los dos movimientos anteriores. Por ejemplo 4 de hombros por uno de cadera a cada lado…¡Ya vas mejor, vamos!…
5. Después introduce la cintura girándola hacia uno y otro lado.
6. Varía las alturas flexionando más o menos las rodillas hasta llegar cerca del suelo casi. ¡Venga…ya lo tenemos! Es muy fácil si haces tus movimientos.

Lo más importante es que lleves el ritmo de la percusión hasta que sean solo uno. NO te acostumbres a pensar, después de estos movimientos simples para estudiar tu cuerpo y movimiento, debes cambiar su ritmo expresando tu estado de ánimo. Es entonces cuando llegará a tocar otra dimensión desconocida para ti hasta ahora. Tú toma de conciencia y tu propio ritmo, esto te hará feliz, ¡Te lo juro!

El hecho de elegir al principio música de percusión de tambores, es la secillez y claridad que supera, al principio, a la música compuesta con otros instrumentos ya que tendremos mayor dificultad en desglosar el ritmo principal que es el que nos va a servir de base.

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Namasté