Existe una ley universal e inmutable llamada la Ley del Triángulo que viene a decir: “Para que exista un resultado tiene que unirse ó coincidir dos fuerzas de distinta polaridad”, esto quiere decir que para que se produzca un resultado nuevo es necesario que dos cualidades de distinto signo coincidan como por ejemplo para que se produzca luz tenemos que unir los dos polos eléctricos.
DESEO + VOLUNTAD DE ACCIÓN = RESULTADO
También el nacimiento de un hijo necesita que el elemento femenino (mujer) y el masculino (hombre) aporten sus células de polaridad contraria para crear un tercer elemento, el bebé.
Pero, está claro que no solo basta con unir a los amantes que desean ese hijo, sino que hay
que mantener los cuidados y preparación necesaria para que se geste en el vientre de la madre completamente, de lo contrario podría incurrir en un aborto con lo que no llegaría a vivir el feto
Podríamos decir lo mismo en el caso de querer conseguir un objetivo. Tendríamos que planificarlo primero, luego ejercer los pasos necesarios para ponerlo en práctica y en la medida e intensidad en que hayamos seguido esos pasos de la planificación inicial hasta el final, se producirá un resultado más ó menos como esperábamos. De lo contrario podría ocurrir que no se completaran los pasos y el negocio fracasará con seguridad.
Se llama la ley de la creación y, por ser universal, es aplicable a todo lo creado, ya sea de carácter material, mental ó espiritual.
Fin de Año Viejo y comienzo de Año Nuevo
Con estas fiestas se celebra este cambio de año y todo el mundo
desea lo mejor para los demás, salud, trabajo, bienestar, etc. Se inundan las comunicaciones de m ensajes
en todo el mundo. Esto es perfecto y magnífico si no fuera porque sólo dura unos días. Este día se brinda (acto simbólico de unir las polaridades y símbolo de unidad al choque de las copas), se toman 12 uvas que simbolizan los doce meses pasados y que digerimos con ayuda del champaña para empezar los nuevos sucesos y planteamientos.
También están los buenos propósitos que deseamos a los demás de todo tipo, incluso con nuestros propios proyectos personales. Los que más sobresalen según encuestas y, a veces, propia experiencia, son: “Dejar de fumar definitivamente, aprender inglés ó hacer
ejercicio desde ya”.
Este propósito la mayoría de las veces sólo aguanta en la cabeza los días de navidad y después….¿Que pasa después de estos días tan maravillosos?….No pasa nada y todo sigue igual, continúa la misma rutina, los mismos hábitos y costumbres y la misma “mala leche”, al menos hasta la próxima navidad.
Estas celebraciones lo que sí tiene en común es el consumo desmesurado tanto en obsequios y regalos a los niños y adultos como en las comidas y bebidas, como si hubiera que demostrar públicamente que tenemos que estar contentos y afectuosos.
Este excesivo desgaste lo pagamos en la llamada “cuesta de enero”, que cuesta levantar, y más ahora, con la “crisis” eso sí, después de la navidad nos acordamos de ella.
¿Qué ha ocurrido?
El Triángulo se ha roto porque los propósitos se han planeado, hemos brindado y deseado un cambio pero no lo hemos puesto en acción y, por tanto, no se han cumplido, mientras que los comerciantes, más acostumbrados a la planificación que nosotros y velando por su negocio, aprovechan para cumplir con los suyos, subiendo los precios cuando llegan esos eventos que bajan inmediatamente después con las “Rebajas de enero”, para que podamos seguir consumiendo por encima de nuestras posibilidades, muchas veces, ya que… “Estaba tan barato que no pude resistirme”.
Y yo me pregunto; ¿Acaso no se pueden sentir las fiestas que, como indicaba en el post de la navidad, simbolizan más bien recogimiento, más dirigidas a la familia y las celebraciones caseras sencillas que, con el tiempo de invierno reinante, indican ahorro interno bajo la protección del hogar y los allegados, que a las fiestas de desgaste en todos los sentidos más propias de tiempos cálidos y tropicales?
¿NO sería mejor hacer los regalos sencillos, más bien personales, durante las fiestas y después, en las rebajas comprar lo que necesitamos igual que si no existieran estás. Entonces si que ahorraríamos puesto que lo que adquiriéramos sería mas barato.
Algunas Recomendaciones
Después de estas consideraciones, podríamos pensar en pasar la navidad y todas estas fiestas, que cada vez sentimos menos internamente en su significado profundo, hasta el punto que ya no sirven para regular nuestros ritmos naturales acorde a los de la Naturaleza Madre.
- Lo primero que habría que hacer es sentir su significado para disfrutarlas de verdad, en su justa medida
- No se trata de practicar excesos si no de sentirnos bien interiormente y las comidas de celebraciones pueden ser especiales, hechas con esmero y delicadeza, pero no tiene por qué ser indigestas ni demasiado abundantes. Más que por la comida en sí, lo importante es la compañía de los seres queridos.
- Los presentes deberían sobresalir, no tanto por su valor material sino por el emocional, es decir, procurar expresar con el regalo tu esmero y esfuerzo en averiguar lo que le puede hacer feliz ó sorprender al receptor.
- Comprar los regalos con antelación y no esperar a los días de la “zona navidad” ó de subida de precios.
- Respecto a las rebajas actuar lo mismo que siempre y comprar lo que necesitamos con la diferencia de que nos saldrá más barato que normalmente pero sin entrar en la compra compulsiva cuyo resultado final es mayor gasto que el que íbamos a realizar.