Cantidad ó Calidad, esa es la Cuestión

Tendríamos que tener en mente calidad más que cantidad com oen los buenos productos

Cada vez observo que es más patente la inversión de nuestra conciencia en la consideración y el interés que mostramos entre lo externo y lo interno, es decir, que observamos como se da muchas veces más importancia y cuidado a lo adquirido del exterior, nuestras pertenencias materiales, etc., que al cuidado ó tratamiento que hacemos de nuestro ser integral, llamémosle cuerpo – mente. Basta recordar algunos ejemplos de la vida diaria.

  • Cuando adquirimos un automóvil nuevo, nos preocupamos de llevar las puestas a punto a rajatabla, proporcionarle los elementos adecuados, lo embellecemos con tal de mantenerlo en perfectas condiciones el mayor tiempo posible
  • Igual podemos decir de los electrodomésticos, nos leemos las instrucciones para el uso adecuado y su mantenimiento, cuidamos de no sobrecargarlos salvo en raras excepciones, etc.

Nadie nos aconseja, sin embargo, sobre el uso y mantenimiento adecuado de nuestro propio cuerpo, ni siquiera nos dan un manual de uso contrastado por el fabricante. Damos por hecho que vale todo hasta que cae enfermo y ponemos algo más de atención, al menos hasta que hemos pasado la crisis. Con esta situación es fácil comprender que estos consejos y usos los marcan las industrias que dan más prioridad a los intereses económicos que  a la salud de la población, pasando por encima de los profesionales de la salud que, por otra parte, no parecen tener muy clara todavía la esencia humana con relación al universo que le rodea con el fin armonizarse con su naturaleza.

Fascinados por el mundo de los sentidos nos identificamos más por el “Tener” que por “Ser” y como consecuencia, por la cantidad más que por la calidad, por los hábitos  que desarrollamos dejándonos llevar por los sentidos que por los que debemos cultivar en beneficio de nuestras verdaderas necesidades.

La Clave está en lo Sencillo

Alguien dijo una frase que reza así: “La simplicidad es la garantía de la autenticidad”, lo cual indica perfectamente que tenemos que dar prioridad a lo simple y sencillo antes que a las complicaciones.

Casi todo lo que es bueno realmente para la persona es barato y esta es una medida que debemos tener en mente, a priori, como garantía de lo que nos beneficia  de verdad.  Citemos algunas actividades en nuestra vida diaria como ejemplo:

  • El ejercicio saludable solo necesita de caminar al aire libre ó alguna actividad que nos llame la atención pero que no tiene

    en la Simplicidad se esconde la verdadera sabiduría

    por qué exigir materiales caros para su ejecución excepto que sea nuestro hobby personal como divertimento. Es gratis ó muy barato.

  • La alimentación sana y sencilla no requiere procesamientos y debería estar compuesta de abundantes frutas y frutos secos, verduras, legumbres y cereales principalmente. Son los elementos más baratos si los comparamos con las carnes, pescados, envasados, embutidos, etc.
  • Para descansar adecuadamente solo necesitamos de un sitio tranquilo y relajarnos, sin complicaciones y esto es muy barato, gratis, solo un poco de tiempo.

 Hay que decir también, para no engañar a nadie, que este abaratamiento no es banal y exige, como consecuencia, una moneda de cambio que no es otra que el esfuerzo interno, por nuestra parte, de no dejarnos dominar por la comodidad de los placeres sensuales que, la mayoría de la veces no coinciden con las necesidades orgánicas y fisiológicas del ser humano. Este esfuerzo, dicho sea de paso, contribuye a nuestro crecimiento personal en tanto en cuanto fortalece nuestra voluntad y el control  para mantener a la conciencia vigilante el mayor tiempo posible tal como haría el capitán de un barco para llevarlo a su destino una vez marcado el rumbo correcto.

Pero… ¿Cómo proceder?

Con esta reflexión quiero decir que la búsqueda del equilibrio y la armonía en nuestras vidas no depende de los medios e influencias internas sino de las cualidades personales internas que todo el mundo puede adquirir dentro de sí mismo lo que nos hace iguales en oportunidades a priori, dependiendo, exclusivamente, del filtrado que hagamos de las influencias externas basándose en la conciencia y la capacidad de discernimiento en torno a las mismas.

Y la clave está, precisamente, en ver la esencia ó la simplicidad de las cosas que nos rodean, el núcleo que nos da pistas sobre la fuente única que nos lleva al conocimiento y la armonía con el Todo. Debemos esforzarnos, entonces, en encontrar esa raíz, esa esencia que evita la complicación continua a la que tiende el hombre al dar rodeos para no enfrentarse a la esencia de las cosas que, al tener una raíz común, es más difícil de manipular y, por lo tanto, podría poner en entredicho al sistema actual centrado en el consumo y materialismo exacerbado y eso no interesa que ocurra, ¿no?.

Algunas Observaciones

La situación actual no ayuda a encontrar esa calidad ó esencia porque sigue las pautas de un sistema dominado por la percepción de los sentidos exclusivamente y dar placer a estos mediante la enorme variedad de estímulos que presenta el mercado del consumo lo cual limita nuestra conciencia solamente al exterior olvidando, de este modo, su contrapartida interna y atrofiándola progresivamente. Como se dice en la filosofía Yoga “bajo el dominio de Maya, la ilusión, lo cambiante e irreal”.

El desconocimiento y el propio egoísmo se mueven a sus anchas, mediante su influencia en las costumbres que cambian a voluntad con el beneplácito de algunos estamentos políticos y científicos  y con el único objetivo de satisfacer el ansia de ganancias materiales y poder que se refleja en casi todos los estamentos y conduce a la ignorancia  y deterioro progresivo de la humanidad. Veamos algunos ejemplos:

  • Filológicamente se admite que, por su estructura, que la alimentación del se humano debe estar compuesta fundamentalmente de frutas y frutos secos, verduras, cereales y legumbres, y, ocasionalmente lácteos y huevos, aunque por su escala evolucionada puede adaptarse por supervivencia a comer de todo, pero bajo ciertas condiciones temporales y geográficas solamente y esto lo pone de manifiesto la OMS en lo que se refiere a los alimentos más adecuados. También señala que los alimentos sean de origen biológico sin pesticidas e integrales sin refinar. A cambio el mercado nos ofrece lo contrario de manera que pagamos más por alimentos que nos conducen a la enfermedad y deterioro energético, caldo de cultivo de matasanos y pseudo médicos que siguen más enfermedad que la salud.
  • Nos venden remedios para todo (fatiga, piel seca, anticaries, caída del pelo, etc.) inútiles que solo sirven para llenar los bolsillos de los fabricantes y enmascarar el verdadero origen de la incomodidad y la falta de energía que sentimos por el estrés al que nos hayamos sometidos continuamente.
  • En la cocina vale todo con tal de que tenga buen sabor ó que estimulen el paladar y que sea estético, eso sí,  sin tener en cuenta los principios de nutrición de calidad.
  • Nos mostramos impasibles ante las condiciones de más de dos tercios de la población mundial que apenas llegan alimentarse como si se tratase de algo habitual, cuando con sólo repartir un poco valdría para mejorar sus condiciones de vida. También hay que decir que si sustituyéramos tanto terreno para industria cárnica por campos de cultivo de cereales, tendríamos alimentos para todos con el doble beneficio de mejorar la calidad de vida.
  • Lo mismo podría decir en la forma de vestir, calzado, ejercicio, etc. Se prioriza la presentación y la moda sobre la adecuación a la naturaleza humana.

En definitiva cuentan más los números, la cantidad que la calidad individual ó la potenciación integral del ser humano lo cual es un craso error cuyos efectos nocivos no han hecho más que empezar a vislumbrarse.

Espero que reflexionéis sobre estos puntos, se admiten vuestros comentarios que serán una gran aportación sin duda alguna sobre este tema.

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Namasté

Simple como la vida misma

Alguna vez alguien dijo: “la simplicidad es la garantía de la autenticidad”. Pero cunado doy un vistazo al mundo en que vivimos actualmente, me parece enormemente complejo, todo se asemeja a un galimatías, a un laberinto con difícil salida, demasiado enrevesado.

Esto me conduce  a pensar que nos estamos alejando de la sencillez en la misma proporción que nos separamos de nuestro origen, es decir, de la Unidad como es natural y nos identificamos con el mundo material y los valores que ofrece.

«El hombre es el único ser de la creación tan complicado que para descomplicarse, se complica aún más.»

Es como oímos, a veces, en las

El Hombre tiende a complicarse por naturaleza y, en su afán de analizar, se pierde.

noticias. Un matrimonio que discute

continuamente con la mujer y, en uno de estos altercados, golpea a la mujer y la mata y, al intentar deshacerse del cuerpo, le ve alguien y le mata también y, por fin, se ve perdido cuando la policía le intenta detener y se suicida. Al final ha destrozado toda su vida y a sus hijos sin padres.

También vemos como para evitar el aumento desorbitad de velocidad en ciertas calles, se colocan

badenes de altura considerable, consecuentemente aparecen las reclamaciones, daños, que hacen recapacitar y volver a destruir y reconstruir de nuevo a una altura moderada. ¿NO era mejor haber estudiado antes ventajas e inconvenientes evitando un gasto excesivo de tiempo y dinero?….Complicación.

Lo que quiero decir es que si bien es cierto que la población actualmente, ha crecido considerablemente, con lo que esto supone a nivel organizativo en el tejido social: nuevas áreas y estructuras sociales, educación, distribución y suministros, justicia, organización de las ciudades, economía, etc., que requieren un montón de recursos como ya conocemos, tenemos que tener en cuenta también que, con la era de la tecnología y la industria, prácticamente desde finales del siglo pasado, hemos cambiado la manera de hacer las cosas y no creo que sea la mejor desde el punto de vista de la evolución humana ya que esta estructura actual se haya orientada al consumo exacerbado, tanto de los recursos naturales como energéticos individuales. Solo tenemos que echar un vistazo a ciertos indicadores de la sociedad contemporánea para percatarnos de ello, a saber:

Para empezar, observemos el día a día.- Raramente tenemos el trabajo cerca de casa como sería de esperar en una sociedad del “confort”. De esta manera nos complicamos con un incremento de gasto en desplazamiento y una pérdida de tiempo consiguiente. En lugar de distribuir la producción y dejarlas en las zonas, la hemos centralizado en las grandes urbes, promocionando incluso una mejor calidad de vida y la gente ha ido abandonando los pueblos, incrementando el caos en las grandes ciudades que, al final, nos devuelve incomodidad y estrés.

La Justicia.- Se vuelve cada vez más enrevesada y complicada, con lenguajes absurdos

A veces las complicaciones acaban por trastornar nuestra visión de la vida

que sólo entienden los abogados. Se crean decretos y leyes continuamente porque se violan las anteriores en base a las brechas que presentan las palabras vacías fácilmente manipulables. Esto trae como consecuencia que no confiemos mucho en ella ya que nunca podemos estar seguros que, llevando razón según la ley, podamos salir victoriosos de la lid, siempre depende del abogado avispado ó el juez en su última decisión que puede dar la vuelta al juicio. A veces pasa que ganas el juicio, los otros recorren en la siguiente estancia y allí otro juez dictamina lo contrario. Todo exige una interpretación final que no siempre coincide con la verdadera justicia. Sin contar los atascos y papeleos que llenan los juzgados.

La Educación.- Los programas educativos están llenos de contenidos inútiles para la vida y el desarrollo real y fundamental del niño, son poco prácticos, menos motivadores y, lo que es peor, no están orientados a la persona, sino a los programas preparados para una media del conjunto, en crear “Un hombre ó mujer de provecho” (¿para quién?), como si no fuera igual de valioso cualquier niño  que ya lo es solo por ser humano, amputando, de raíz, vocaciones y cualidades únicas, la imaginación y la creatividad. Si a este coctel le añadimos la ignorancia manifiesta de la parte espiritual del individuo que queda encerrada en lo más hondo de sí, tenemos el plato ideal para que nadie esté a gusto consigo mismo, se estanque y vivar con miedo y escasa ilusión que solo favorecen la competitividad, la envidia y la depresión que incuban una sociedad enferma. Aunque, a pesar de esto sobrevivimos, debería la educación potenciar esos valores individuales con el fin de que cada niño formara una salud de hierro, sus cualidades individuales y el amor, que daría como consecuencia, personas preparadas para servir a la sociedad y su propia evolución y realización personal.

De la Política ni hablamos….Falsa democracia formada por grupos en los que elegimos un “paquete desconocido” encabezado por un líder más conocido al frente y donde entran con él el bueno, el feo y el malo como la vida misma con un montón de cargos sin un objetivo ó razón de ser claros, que están ahí y ya está, eso si, cobrando del pueblo, que se pierden en falsas promesas con muchas palabras vacías, ¿cómo no?, que lo único que persiguen es asegurar su mandato y futuro por todos los medios de marketing posibles. Con estas premisas no podemos esperar nada bueno a la zaga de todos estos charlatanes, por cierto  muy gastosos. Ni  que decir tiene que la mejor arma de esta prole es la complejidad y el engaño mediante estructuras, muchas veces duplicadas y multidireccionales que hacen difícil el control a corto plazo de sus jugadas.

Echamos en falta la honradez y sencillez como moneda de cambio política que diera más trasparencia a su mandato y transmitiera más confianza a la gente.

«El que goza de los dones sin ofrecer nada por ellos, es un verdadero ladrón».

(Bhagavad Gita cap.III, 12)

¿Y la Salud y la medicina actual?…Pues sigue los mismos criterios, parece ser, de esta confusión general. Paradójicamente mientras más medios, hospitales, centros sanitarios, hay, más enfermos existen, sobre todo crónicos, lo que es más preocupante aún. ¿Acaso nadie se ha interesado por plantearse qué demonios hacemos combatiendo los síntomas y microbios (POBRECITOS), de centrarse en las drogas y productos farmacéuticos que lo único que consiguen es, a la larga, agotar la energía del paciente, en lugar de preocuparnos, de una vez, por combatir y eliminar las causas subyacentes en los hábitos y conductas viciados y erróneos de la población ó en lugar de mejorar la alimentación y vitalidad del cuerpo y la mente y aconsejar correctamente a la gente en su educación para la salud, que debería ser obligatoria?. Sin menospreciar los adelantos en medicina de urgencias y operaciones quirúrgicas derivadas de accidentes ó malformaciones accidentales que me parece superpositivo.

Aunque, claro, daría como resultado tanto ahorro económico y tanta felicidad y bienestar, que no creo que estén de acuerdo en intentarlo todas estas compañías millonarias que viven de la desgracia ajena haciendo de buenos samaritanos, de paso. Es mejor complicarlo todo para crear ignorancia y confusión que, a la larga generará miedo y así si que es posible la manipulación.

Desde el centro es desde donde podemos ver las cosas claras.

El problema de fondo de todas estas complicaciones resultantes no es más que lainsatisfacción personal generada por el alejamiento progresivo que hemos sufrido de la simplicidad y ésta se encuentra cuando nos hayamos cerca de la Unidad.

A modo de ejemplo, es como si nos halláramos en una rueda de un carro pero, en lugar de situarnos en el eje, donde veríamos todos los radios iguales y la parte mas externa de la rueda,  estuviéramos en el exterior donde veríamos solo un trozo y hay muchos trozos entonces, la cosa se complica.

¿Qué podemos hacer desde nuestra posición?

Lo que estamos haciendo actualmente en base a la mayoría de la población mundial es buscar en la dirección equivocada impulsada por le propio Ego fascinado por los estímulos de los sentidos que generan el deseo inagotable para satisfacerlos, pero, al ser limitados, genera cada vez más y más deseo, entonces rompemos el equilibrio al producir un exceso de acumulación. Al no fluir las polaridades, como dar y recibir..¿os acordáis?…no hay intercambio y se produce el estancamiento  que rompe el equilibrio del individuo ó de la sociedad en su caso ( de todas formas el comienzo es siempre en le propio individuo, que se refleja en su sociedad por la manera de hacer las cosas).

Para poder reparar, en lo posible, este desaguisado debemos “cambiar la dirección hacia el eje en lugar de seguir en el perímetro de la rueda”, es decir, tenemos que buscar hacia nuestro interior para buscar la satisfacción duradera y estable.

Tenemos que tirar lastre (deseos materiales excesivos) por la borda del globo aerostático y incrementar el fuego (de nuestro espíritu) para que éste ascienda con el aire caliente (pensamientos controlados por el Ser más que por el deseo egoísta) evitando así que caigamos, antes de llegar al objetivo, en medio de la selva.

En conclusión, tendríamos que buscar hacia la simplicidad de las cosas y los remedios deben ser elegidos en base a la misma polaridad (ver los contrarios en anteriores posts). Así que,  si queremos curarnos, no podremos hacerlo mediante la destrucción y la lucha (camino de la enfermedad, drogas, inyecciones, antibióticos.), sino con medios que sirven para mantener y recuperar la salud (comprensión y toma de conciencia, reposo, cambio de hábitos, etc.)

Una de las armas más importantes para combatir la forma de pensar enrevesada y compleja es la Meditación contraria a la mente analítica ya que ahorra energía en lugar de consumirla, busca la verdad de las cosas en toda su dimensión y nos reintegra a nuestro origen, La Unidad del Ser.

«Cuando un hombre pone a un lado todos los anhelos que surgen en la mente y se reconforta solamente en el alma (Atmán), entonces es llamdo hombre de seguro entendimiento». (Bahavad Gita cap.II, 55)

Namasté,