Hay una película que vi ayer muy representativa como tantas otras que se han producido, donde se puede observar la verdadera naturaleza humana pero también la alienación del individuo por la masa y, las creencias y los falsos ideales, que me ha inspirado a escribir estas líneas.
Esta película se llama “Lágrimas del Sol” cuyo tema central es un comando especial americano que va a Camerún a rescatar a una médica y una monja activistas que operaban en la zona por encontrarse amenazada por los rebeldes que se estaban realizando una limpieza étnica de exterminio. La cosa se complica porque la médica se niega a abandonar a este pueblo y el teniente Bruce Wills decide cambiar la misión y llevar a al frontera al grupo dejando que los helicópteros se lleven a los más débiles y sacrificándose casi todos por la causa humana pero salvando a la mayoría
A) De un lado vemos la figura de los Rebeldes exterminadores. Aquí se puede observar el lado influyente negativo de un grupo que, generalmente, controla un ó unos pocos individuos con cierto carisma e inteligencia sobrada muchas veces que, aprovechando la ignorancia ó las carencias del grupo, se sirven de este para lograr sus fines, casi siempre egoístas, aunque muchas veces estén revestidos de una capa de ideales y de mejora del bien común ó del progreso de la sociedad ó incluso en nombre de los mandatos de su dios “que siempre es el mejor, mira por donde.”
En nombre de la seguridad, el bienestar, la paz, etc., Creyendo que sus ideales son los únicos posibles, lanzan a la masa alienada al exterminio si es necesario de los que creen una amenaza por no compartir dichas ideas o dicho régimen.
En este sentido se convierte en una caza de brujas, como ya sucedió en la Inquisición y en este caso el motivo era el control disfrazado de religión, del mismo calibre que un racismo frenético que, no solamente no admite otras ideas, sino que se obsesiona por destruir con una crueldad difícil de creer, todo vestigio de estos seres denominados “distintos ó enemigos”.
Esto que, desde fuera, nos parecerá horroroso e increíble, ocurre casi siempre como resultado de la ignorancia y el deseo irrefrenable y material. De hecho está ocurriendo constantemente a nuestro alrededor, conviviendo con nosotros en este mundo, en otros países. También ocurre en nuestro espacio cercano, quizá en nuestra familia, cuando nos empeñamos en que los demás piensen como nosotros llegando a discutir y, a veces, llega a haber más que palabras, contra nuestros semejantes cuando no comulgan con nuestras ideas. Aquí el hombre está dominado por el deseo material y la mente se dirige hacia abajo, se hace más egoísta y por lo tanto, cree que los demás son diferentes y, a ser posible, odiosos por lo que suponen un estorbo para sus fines y su “felicidad”.
B) Del otro lado está el personaje de la médica y el comando liderado por su teniente que
representan al verdadero Ser Humano con el espíritu luchador, constante, tenaz y desinteresado que siente en lo más profundo de su corazón el amor a sus semejantes porque los considera iguales y que lucha por ellos sin desfallecer un instante aunque sea a costa de su propia vida. Aquí el hombre se encuentra con su mente dirigida hacia los altos ideales que le dan libertad y le conducen a la unidad hacia el espíritu perdiendo entonces el sentido egoísta y sublimándolo hacia los demás sintiéndolos como si se tratara de sí mismo.
La verdad es que esas luchas y estos sacrificios siempre han estado y, sin duda, estarán presentes a lo largo de la historia de la humanidad ya que no son sino un reflejo de la naturaleza humana, de su lucha interior por el dominio de la mente bipolar, de su tendencia hacia abajo cuando se encuentra dominada por los sentidos y su lucha contra corriente por elevarse hacia valores altos, su propia realización cuando se da cuenta de su verdadera naturaleza y su verdadera misión.